lunes, 2 de noviembre de 2015

Novedad: Tiempo irremediable. Tetralogía de Manuel Rojas

Tiempo irremediable
Tetralogía de Manuel Rojas
Manuel Rojas

Tiempo irremediable reúne por primera vez en dos tomos cuatro novelas del destacado escritor chileno Manuel Rojas: Hijo de ladrón (1951), Sombras contra el muro (1964), La oscura vida radiante (1971) y Mejor que el vino (1958), todas ellas protagonizadas por Aniceto Hevia, alter ego del autor. Él narra su vida, pasando por las distintas etapas vividas. Se sitúa en Buenos Aires, Rosario, Mendoza y Chile, y se presentan una gran variedad de personajes: indigentes como El Filósofo Echeverría y Cristián Ardiles, que viven de recoger gramos de metal en la playa; semi indigentes como El Chambeco que mendiga institucionalmente para la Olla del Pobre; vagabundos como el hombre de las tortugas; miembros del hampa como Alberto; obreros manuales como Francisco Cabrera; un loco, un ladrón ideológico y anarquistas como Miguel Briones o Efraín Plaza Olmedo. Sujetos que viven fuera de cualquier institucionalidad.

En estas novelas, Manuel Rojas da cuenta de su vanguardia literaria de una manera cercana para todos los lectores, y refleja su gran talento como escritor.



¿Cómo y por qué llegué hasta allí? Por los mismos motivos por los que he llegado a tantas partes. Es una historia larga y, lo que es peor, confusa. La culpa es mía: nunca he podido pensar como pudiera hacerlo un metro, línea tras línea, centímetro tras centímetro, hasta llegar a ciento o a mil; y mi memoria no es mucho mejor: salta de un hecho a otro y toma a veces los que aparecen primero, volviendo sobre sus pasos sólo cuando los otros, más perezosos o más densos, empiezan a surgir a su vez desde el fondo de la vida pasada. Creo que, primero o después, estuve preso. Nada importante, por supuesto: asalto a una joyería, a una joyería cuya existencia y situación ignoraba e ignoro aún. Tuve, según parece, cómplices, a los que tampoco conocí y cuyos nombres o apodos supe tanto como ellos los míos; la única que supo algo fue la policía, aunque no con mucha seguridad. Muchos días de cárcel y muchas noches durmiendo sobre el suelo de cemento, sin una frazada; como consecuencia, pulmonía; después, tos, una tos que brotaba de alguna parte del pulmón herido. Al ser dado de alta y puesto en libertad, salvado de la muerte y de la justicia, la ropa, arrugada y manchada de pintura, colgaba de mí como de un clavo. ¿Qué hacer? No era mucho lo que podía hacer; a lo sumo, morir; pero no es fácil morir. No podía pensar en trabajar –me habría caído de la escalera– y menos podía pensar en robar: el pulmón herido me impedía respirar profundamente. Tampoco era fácil vivir.




Manuel Rojas

Nació en Buenos Aires y era hijo de chilenos. En 1899 se instaló junto a su familia en Santiago, pero en 1903 la madre, ya viuda, regresó a Buenos Aires. Pudo estudiar solo hasta los 11 años y tuvo que comenzar a ganarse la vida pasando por diversos trabajos (pintor, electricista, aprendiz de sastre, entre otros). En 1912 cruzó la cordillera a pie de vuelta a Santiago. Hizo clases de literatura en universidades de Estados Unidos y en la Universidad de Chile. Su vida literaria la inició al ser premiado con su cuento “Laguna”; publicó novelas, cuentos, poesías, crónicas y teatro. Dentro de sus obras más conocidas se encuentran Hijo de ladrón, El delincuente, Lanchas en la bahía, entre otras. En 1957 recibió el Premio Nacional de Literatura.

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